Los contratos de franquicia se han convertido en una herramienta clave para el crecimiento de muchas marcas en España. Este modelo permite a un empresario (franquiciado) explotar comercialmente un negocio con una marca consolidada, siguiendo unas condiciones previamente pactadas con el franquiciador.
Si estás pensando en franquiciar tu negocio o en unirte a una franquicia ya existente, es fundamental conocer la regulación legal que rodea este tipo de acuerdos. En este artículo te explicamos cómo se regulan los contratos de franquicia en España, qué elementos deben contener y qué derechos y obligaciones derivan para ambas partes.
¿Qué es un contrato de franquicia?
El contrato de franquicia es un acuerdo mercantil por el cual una parte, el franquiciador, cede a otra, el franquiciado, el derecho a explotar un modelo de negocio, incluyendo el uso de marca, productos, servicios, know-how y asistencia técnica, a cambio de una contraprestación económica.
No existe una ley específica de franquicias en España, pero su regulación se basa en el Código de Comercio, el Código Civil y en directrices europeas, además de otras normativas específicas de protección al consumidor o propiedad intelectual.
Marco normativo de la franquicia en España
Aunque no hay una ley exclusiva para contratos de franquicia, su regulación está fundamentada en:
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Ley de Defensa de la Competencia: prohíbe cláusulas abusivas o prácticas restrictivas del mercado.
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Ley de Ordenación del Comercio Minorista: regula aspectos del comercio en red, como la información previa al contrato.
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Real Decreto 201/2010: establece la obligación de que las franquicias se inscriban en el Registro de Franquiciadores del Ministerio de Economía.
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Directiva 2005/29/CE y su transposición: protección frente a prácticas comerciales desleales.
Desde Vosseler Abogados siempre recomendamos formalizar este tipo de contratos bajo el asesoramiento de un bufete especializado en derecho mercantil, ya que son acuerdos complejos con consecuencias legales importantes.
Contenido esencial de un contrato de franquicia
Para ser válido y eficaz, el contrato debe contener ciertos elementos clave:
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Identificación de las partes: nombre, razón social, domicilio fiscal y NIF.
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Objeto del contrato: descripción del modelo de negocio y los derechos cedidos (marca, imagen, manuales operativos, etc.).
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Zona de exclusividad: si la hubiera, para evitar la competencia desleal dentro del mismo territorio.
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Duración del contrato: con cláusulas de renovación y condiciones de resolución anticipada.
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Condiciones económicas:
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Canon de entrada.
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Regalías periódicas.
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Inversiones obligatorias.
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Obligaciones del franquiciado: cumplimiento de los estándares de calidad, confidencialidad, uso de la marca, etc.
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Obligaciones del franquiciador: formación inicial, asistencia técnica continua, suministro de productos o servicios.
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Causas de extinción y penalizaciones.
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Cláusula de no competencia postcontractual.
¿Qué derechos tiene el franquiciado?
El franquiciado tiene derecho a:
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Recibir información precontractual veraz.
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Usar la marca comercial y el modelo de negocio.
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Acceder a la formación inicial y soporte técnico.
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Operar con cierta independencia, dentro de los límites contractuales.
El incumplimiento de estas condiciones puede dar lugar a una reclamación por daños y perjuicios, donde contar con abogados expertos en contratos mercantiles puede marcar la diferencia.
Información precontractual obligatoria
El franquiciador debe entregar al franquiciado, con al menos 20 días de antelación, un documento que incluya:
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Datos identificativos de la empresa.
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Descripción del mercado y experiencia de la red de franquicias.
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Estructura del negocio.
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Información sobre los derechos de propiedad intelectual.
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Obligaciones financieras del franquiciado.
No proporcionar esta información puede suponer la nulidad del contrato o reclamaciones legales posteriores.
Conflictos habituales en contratos de franquicia
Entre los conflictos más frecuentes se encuentran:
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Incumplimiento de cláusulas de exclusividad.
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Falta de apoyo por parte del franquiciador.
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Problemas con la calidad del producto o servicio.
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Competencia directa de la propia red de franquicia.
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Desacuerdos sobre condiciones económicas.
En estos casos, antes de llegar a un litigio judicial, es recomendable intentar una mediación mercantil, aunque si esta no prospera, se puede acudir a los tribunales. Puedes informarte más sobre métodos alternativos de resolución de conflictos en nuestro artículo sobre cómo funciona la mediación.
El contrato de franquicia es una herramienta de crecimiento muy útil, pero también puede conllevar importantes riesgos si no se negocia y redacta adecuadamente. Tanto franquiciadores como franquiciados deben comprender en profundidad los derechos y deberes que asumen.
Desde Vosseler Abogados, ponemos a tu disposición un equipo especializado en derecho mercantil y contractual para ayudarte a analizar, redactar o revisar tu contrato de franquicia y proteger así tus intereses legales desde el primer momento.